| Por: Fr. Carlos Mario Alzate Montes, O.P. |
Con gran alegría y esperanza en que la obra de nuestro Padre Santo Domingo continúe en esta región vallecaucana, celebramos el pasado 30 de septiembre, 450 años de presencia dominicana en Santiago de Cali, obra iniciada con el convento Santo Domingo, ubicado en el centro histórico de la ciudad y hoy convento Santísimo Nombre de Jesús en Pance; en 1956 nace el colegio bilingüe Lacordaire como eje educativo y de formación para varones el cual, desde 2009 se convirtió en mixto e inicio un proceso que lo llevó hacer hoy bilingüe en inglés y en futuro cercano francófono.
Simultáneamente la presencia de la orden amplió su radio de acción a Jamundí en 1959 con la creación del Cottolengo para albergar todo tipo de pobrezas y hoy bajo la dirección de un fraile dominico es hogar de 210 adultos mayores que gozan de atención espiritual, médica y alimentaria.
A lo anterior se suma la capellanía de Comfenalco Valle con base en el templo de Nuestra Señora del Rosario lugar muy querido de los caleños y una pastoral rural con la comunidad afro de Dominguillo en el Norte del Cauca, atendida en la sede campestre del colegio.
No ha sido fácil mantenernos frente a cambios de todo tipo y enfrentarnos primero a la pandemia luego al estallido social y esto junto a los avances tecnológicos, Inteligencia Artificial, a las crisis de las familias entre otros retos; pero gracias a un excelente capital humano yal reconocimiento de la orden en el suroccidente colombiano hemos podido afianzar la presencia de los dominicos en esta importante región del país.
Con la sagrada Eucaristía presidida por el arzobispo de Cali, Monseñor Luis Fernando Rodríguez en la capilla Nuestra Señora del Rosario y acompañados por miembros del clero, de las comunidades dominicas y de representante del gobierno local, militares y de policía, y fieles que asisten a la capilla, dimos gracias a Dios y encomendamos a su Madre Santísima la continuidad de esta bella labor evangelizadora.
